Cáritas regional ha presentado su memoria 2017 esta mañana en el obispado de Guadalajara, ya que es la diócesis que ostenta actualmente la presidencia regional.
El obispo, Atilano Rodríguez, ha destacado que la labor de la entidad sigue siendo apoyar a los más necesitados y ha destacado la importancia del compromiso de toda la sociedad para ayudar a las personas con problemas.
Las cifras de esta memoria señalan que se han atendido a menor número de personas, pero ha sido necesario invertir más dinero para cubrir sus necesidades básicas. Y es que como ha destacado el coordinador regional de Cáritas, Fernando Muñoz, la crisis ha hecho que los ricos sean más ricos, pero los pobres sean más pobres.
Se han invertido más de 17 millones de euros durante 2017 para hacer frente a las situaciones de emergencia social con las que se ha encontrado Cáritas en esos 12 meses. Las necesidades atendidas han sido muy diversas: alimento, alquiler, medicinas, productos de higiene o ropa, entre otras. Y esa labor la han llevado a cabo los más de 6.000 voluntarios, 2.000 socios y los casi 400 contratados con los que cuenta Cáritas regional.
El perfil de las personas atendidas vuelve a ser el de siempre: desempleados, drogodependientes, temporeros inmigrantes y personas mayores y mujeres en situación de riesgo social.