No hay trabajo, no hay futuro y encima están en guerra. Así es la situación en los países de origen de los africanos que han llegado al polideportivo de Marchamalo asistidos por la Cruz Roja. Hablando con ellos comprobamos que solo tienen ganas de empezar a trabajar cuanto antes pese a que han pasado varias semanas viajando para llegar a nuestro país donde les gustaría conseguir un trabajo digno, algo que en sus países es imposible.
Hemoc conversado con jóvenes que vienen de Mali y nos aseguran que tienen intención de volver, al fin y al cabo sus familias están allí. Han viajado ellos porque son los que están en condiciones físicas de soportar un viaje por tierra y mar en condiciones extremas. Tienen estudios, tienen oficios y tienen esperanza de encontrar un empleo que les dé de comer el tiempo que vivan en nuestro país.
Muchos de los inmigrantes que llegaron el martes a Marchamalo tienen familia repartida por Europa, aquí están haciendo las gestiones necesarias para localizarlos y poder reencontrarse con ellos. Y los que vienen solos agradecen la ayuda humanitaria que están recibiendo por parte de Cruz Roja.
No hace tanto que los españoles éramos los que huíamos a otros países de una guerra, una postguerra y una dictadura, para buscar un trabajo, así que no es difícil imaginar por lo que están pasando estas personas. Pero lo que les queda por delante tampoco es fácil, llegar de forma ilegal a un país no abre demasiadas puertas y las ONG solo pueden prestar ayuda humanitaria.