Así, con el vuelo de un águila y con el pregón de los cómicos del Camino, arrancó una nueva edición, la XIII Fiesta de la Historia de Torija.
Una cita que permitió que la villa se trasladará en el tiempo para jolgorio de los vecinos y visitantes que no quisieron perderse esta fiesta.
Con el mercado de la Plaza de la villa ya abierto, los músicos de la corte desplegaron su alegria y sus bailes por las céntricas calles de la localidad.
Unas calles que este sábado recordaron la memoria de los nobles y señores que hicieron grande a su castillo y a su iglesia, pero también el trabajo de los artesanos, comerciantes y campesinos que con su trabajo hicieron prósperas estas tierras.
Porque durante toda la jornada vecinos y visitantes vistieron trajes de época y engalanaron sus casas y sus negocios para dar la bienvenida a mesoneros, bufones, juglares, artesanos, músicos, cetreros, bailarinas, artistas, magos y meigas.
La oferta era amplia y variada.
Un conjunto que despertó el interés de numerosos visitantes venidos de todos los puntos de España y mucho más allá.
Y fiesta se prolongó durante todo el sábado con bailes, cómicos, exhibiciones de aves rapaces, torneos a caballo y a pie y malabaristas.
Y es que este sábado, en Torija, hubo de todo, hasta una boda medieval oficiada por la familia de don Forúnculo de Aquitania.
Los novios, Javier y Macu fueron acompañados en comitiva por los cómicos y los vecinos de Torija y desde el Castillo hasta el Ayuntamiento. Y allí, certificaron su amor cientos de personas.
Felicidades pareja