Vuelven los resineros a nuestros bosques. Como consecuencia, su rehabilitación y la posibilidad de dar un incentivo a las personas que aman el medio rural y que quieren vivir en él para perdurar la existencia de nuestros pueblos.
El trabajo es estacional. No dura todo el año. Desde marzo a finales de noviembre. En total, nueve meses de duro trabajo.
Horas de sol a sol en medio de pinares centenarios. En total 5.000 ejemplares.
Tras recoger la resina, se llenan los bidones. Bidones que, en este caso, viajan a Almazán. Laresina se usa para múltiples aplicaciones.
En nuestra provincia coexisten 18 resineros que de forma profesional explotan los pinos de sierra norte y la comarca de Molina de Aragón. Un oficio antiquísimo que les ha apegado a su pueblo y les brinda un nuevo estilo de vida.