La mayor parte del género que llega a las pescaderías está libre de anisaki. Es en las bacaladillas, las sardinas, los boquerones o las anchoas donde más se suele encontrar este parásito, por ello siempre que llega este tipo de pescado se observa de una forma especial.
Para los pescaderos es demasiada la alarma que se genera y se quejan de que el miedo del cliente se traduce en comprar menos pescado.
El anisaki se contrae cuando se ingiere algún pescado parasitado en crudo o en preparaciones que no terminen de matarlo. No obstante, paralos consumidores la mayor prevención es congelarlo.
En caso de ingerir el anisaki no siempre se presentan síntomas y en muchas ocasiones pasa inadvertido. Pero aproximadamente el 10% de quienes lo comen desarrollan alergia al parásito, lo que puede complicar una gastrointeritis con una analilaxia que necesitaría ingreso hospitalario urgente.