Sigue la maldición de los 27. El Quabit cayó 19-23 ante el Bidasoa Irún y se mantiene anclado en esos 27 puntos en Liga, récord de toda su historia y que hacía semanas parecía sencillo de superar.
Este viernes, el Bidasoa hizo sangre aprovechando el bajón ofensivo de un Quabit que no encuentra el camino de las porterías contrarias con la convicción y seguridad de antaño.
Defensivamente, el equipo estuvo notable durante 25 minutos, pero ahí llegó la relajación. Algo que ni un Jota muy notable, con un 46 por ciento de paradas a sus 46 años, pudo relativizar.
Así, tras unos primeros minutos de igualdad máxima, tres contras consecuttivas de Odriozola dispararon a los amarillos en el marcador.
Una distancia que se afianzó en el inicio del segundo tiempo cuando, con el Quabit en inferioridad, el Bidasoa se marchó cuatro goles arriba, 11-15.
Los morados apelaron una vez más a la épica, pero sus pérdidas de balón, sus faltas en ataque y la actuación notabilísima de Ledo bajo palos, deteniendo tres siete metros; impidieron que se completase la remontada.
Y eso a pesar de que los de César Montes, más por empuje que por claridad de ideas, lograron ponerse a un gol, 18-19.
Sin embargo, las exclusiones consecutivas de Mellado y Parra acabaron con toda esperanza, mientras la grada la tomaba con unos colegiados erráticos, pero en ambas direcciones.
El Bidasoa volvió a dispararse en el marcador para cerrar la cita con 19-23. De esta forma, los alcarreños encadenan ocho jornadas sin celebrar un triunfo, tras ceder siete derrotas y un empate.