Esta es una de las calles del llamado eje cultural, donde se aglutina la mayor parte del patrimonio histórico de Guadalajara. Antiguamente era la calle Carmelitas de Abajo debido al convento, llamándose más tarde Barrionuevo baja. Su situación era privilegiada por ser el paso de la vía Madrid-Zaragoza y aquí se asentaban muchos talleres de cerrajerías y carreteros. Actualmente la calle Ingeniero Mariño colinda con la calle Ramon y Cajal. En sus cercanías podemos ver el palacio de la Cotilla, el convento de San José y en su largo recorrido pasa a desembocar a la zona del Alcázar y de la iglesia de los Remedios.
¿Sabes quién fue Ingeniero Mariño?
Vicente Mariño Ortega no nació en la provincia de Guadalajara. Lo hizo en Benavente, Zamora, en 1863. Fue ingeniero de caminos y tras varios destinos, finalmente acabó en nuestra ciudad en 1912, como ingeniero jefe de Obras Públicas.
En Guadalajara su presencia fue realmente impactante, primero a nivel personal: El coche de Mariño fue el primer automóvil particular que se vio por nuestras calles.
A nivel profesional parte de sus obras influenciaron en el aspecto de la ciudad y de la provincia. Por ejemplo: ensanchó el puente sobre el río Henares, en dirección a la estación del ferrocarril. También hizo el doble muro lateral del paseo de la Estación, donde está instalado el Hospital Provincial. Promovió el muro que limita el paseo de la Concordia con la Carrera. Además de otras variadas obras en la capital. En la provincia mejoró muchos trazados de carreteras de pueblos.
Jubilado en 1931, su importancia fue grande en toda la provincia, por ello también se le dio una plaza en Tendilla, y en nuestra ciudad tiene esta calle desde 1920. Fue un gran amante de Guadalajara, se asentó aquí buena parte de su viday dos años antes de su muerte en 1944, Mariño fue nombrado hijo adoptivo de la ciudad como reconocimiento a su labor de engrandecimiento y mejora de la misma.