El recorrido de la calle Juan Diges Antón es largo y variado. Anteriormente era conocida como Mandambriles, después como Camino de la Huerta la Limpia, hasta que en 1930 se le dió su actual nombre. Está situada entre la Calle Pastrana, corta la Calle Sigüenza, y llega hasta la Calle Virgen de la Soledad colindando con el Coso de las Cruces, la plaza de toros de Guadalajara.
¿Sabes quién era Juan Diges Antón?
Juan Diges Antón nació en Guadalajara en 1855 en el seno de una familia muy numerosa. Su hermano, Manuel Diges Antón fue alcalde de Guadalajara. Vivió toda su vida en nuestra ciudad junto a su esposa Rosa de Lucas en las calles Antonio del Rincón y Virgen del Amparo. Estudió Magisterio en la Escuela Normal aunque nunca ejerció como tal, trabajando finalmente como delineante.
Su actividad cultural en la ciudad fue enorme. En 1880 fue uno de los socios que fundaron el Ateneo Escolar Caracense que posteriormente se fusionaría con el centro Volapukista Español. Estas instituciones fueron el motor intelectual de la época y Juan Diges Antón fue director de sus revistas. En 1890 creo juntó a Manuel Sagredo, Revista Popular, pero ante la falta de medios y apoyo tuvo que cerrar. Tras esto intentó desligarse de los medios, aunque siguió colaborando para Flores y Abejas, aportando sus propios dibujos.
También fue un gran conocedor y defensor del patrimonio de Guadalajara. A través de la prensa y de todos los medios a su alcance, trató de protegerlo. Fue Vocal de la Comisión Provincial de Monumentos y entre otros, defendió a capa y espada la conservación de la Capilla de Luis de Lucena. Su familia adquirió el solar de la Iglesia de San Miguel, construyendo posteriormente la Estación de servicio que todavía se puede apreciar. Escribió muchos libros y artículos relacionados con nuestra historia y patrimonio: “Biografía de hijos ilustres de la Provincia de Guadalajara” junto a Manuel Sagredo. “Guía del turista en Guadalajara”.“Resumen Histórico del convento de monjas clarisas de Guadalajara”
Todo esto le valió para ser académico de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Fallecería en 1925 y en consecuencia a toda su labor cultural, la ciudad le homenajeó con el nombre de una de sus calles.